111. Sin mal karma en lo que respecta al cuerpo
Fue hasta entonces que comprendí lo que había querido decir Luang Pu cuando mencionóque no tenía mal karma en lo que respecta al cuerpo.
Y es que aunque había llegado a su cumpleaños número 96, su cuerpo se mantenía fuerte, ágil, limpio y en calma. Siempre son sati y alerta por completo, no padeciósenilidad en ningún momento ni lagunas en su memoria.
Cuando llegó su tiempo de morir, murió en calma, sin señales de dolor o dificultades. No causó ningún problema, ni mental ni físico, para aquellos que lo estaban cuidando: su muerte no implicó ningún gasto en doctores, ni en medicinas, ni del tiempo de nadie.
En medio de la quietud del amanecer cercano, libre del ruido de la gente y el tráfico—hasta las hojas de los árboles estaban quietas y el aire era fresco, con una llovizna suave que caía como nieve—Luang Pu, un miembro de la Sangha noble y pura, dejó su cuerpo, dejándonos solo sus virtudes para recordar y añorar de un modo que nunca tendrá final.