95. Los hábitos de Luang Pu
En lo corporal: físicamente era fuerte y ágil, con rasgos bien proporcionados, de olor limpio y pocas enfermedades. Le gustaba bañarse con agua tibia solo una vez al día.
En lo verbal: tenía una voz profunda, pero hablaba con suavidad. Era un hombre de pocas palabras que hablaba de manera objetiva y veraz, sin enredos. En otras palabras, nunca insinuaba, nunca engatusaba, nunca hablaba con sarcasmo, nunca parloteaba, nunca suplicaba, nunca le dijo a nadie que le pidiera perdón, y nunca habló acerca de sus sueños. Nunca contaba historias de los Jātakas o cuentos fantásticos.
En lo mental: había verdad en él; cuando se proponía hacer algo, trabajaba hasta conseguirlo. Siempre fue amable y compasivo, callado, calmado, y persistente. Nunca estallaba de ira o mostraba signos de frustración o impaciencia. Nunca estaba molesto por cosas que se hubieran perdido, y nunca fue descuidado. Completamente con sati, alerta, de buen humor en todo momento. Parecía que nunca sufría y lo que sucedía nunca le agitaba. No le desbordaban los estados negativos de la mente . Siempre nos enseñó:
«Traten deen comprender con claridad los acontecimientos como acontecimientos: que surgen, cambian y luego se disuelven. No sufran ni se apenen por ellos».