82. Una comparación

«La mente de una persona noble que ha llegado a lo trascendente, aunque viva en el mundo, rodeada del entorno que sea, no puede ser arrastrada de modo tal que las cosas mundanas la perturben o la enreden. En otras palabras, los asuntos del mundo (ganancia, pérdida, estatus, pérdida de estatus, elogios, críticas, placer y dolor) no pueden abrumarla, no pueden jalarla de regreso al estado mental de una persona mundana. No puede ser sometida de nuevo bajo el poder de las corrupciones mentales o del ansia.

«Es como la leche de coco. Una vez que la exprimes de la carne del coco y la hierves a alta temperatura, hasta que el aceite se separa, no puedes volver a convertirla en leche de coco. No importa cuánto intentes mezclar el aceite con más leche de coco, es imposible que el aceite vuelva a ser leche de coco».