81. Soltar una cosa para atorarseen otra

Uno de los estudiantes laicos de Luang Pu vino a presentar sus respetos y a reportar con orgullo sobre los resultados que había logrado con la práctica. Dijo: «Estoy muy contento de verlo hoy porque he estado practicando según sus consejos y he logrado resultados graduales. Cuando comienzo a meditar, dejo ir todas las percepciones externas y la mente cesa la agitación. Se unifica, crece en quietud y cae en concentración. Todos los demás objetos mentales desaparecen, y queda solo felicidad, una felicidad extrema, fresca y renovada. Puedo permanecer ahí todo el tiempo que quiera».

Luang Pu sonrió y respondió:

«Es bueno que estés logrando resultados. Sobre la felicidad de la concentración, realmente es feliz. No hay nada que se le pueda comparar. Pero si te quedas atrapado en ese nivel, es todo lo que vas a conseguir. No hace que surja el discernimiento del camino noble, que es capaz de cortar a través del devenir y el nacimiento, el ansia y el apego. Así que el siguiente paso es dejar ir esa felicidad y contemplar los cinco agregados para verlos con claridad».