80. Una reprimenda

Había veces que Luang Pu parecía casi irritado con personas que apenas habían meditado un poco y le preguntaban cómo forzar las cosas para poder ver resultados inmediatos.

Les daba una reprimenda:

«Practicamos con el propósito del autocontrol, con el propósito de abandonar, con el propósito de desenmarañar nuestros deseos, con el propósito de poner fin al sufrimiento, no con el propósito de ver mansiones divinas. Ni siquiera tomamos como nuestro objetivo ver el nibbāna. Solo continúa practicando con calma, sin desear ver nada . Después de todo, el nibbāna es algo vacío, sin forma. No tiene nada que lo cimente, y no hay nada a lo que pueda ser comparado. Solo si perseveras en la práctica lo conocerás por ti mismo».