48. Una advertencia contra el descuido
Para proteger a sus monjes y novicios de un comportamiento descuidado, Luang Pu escogía una manera conmovedora de darles una reprimenda:
«La gente laica trabaja duro por su sustento, y afronta muchas dificultades para conseguir las cosas materiales, la comida, y el dinero que necesitan para sostener a sus familias, a sus hijos y a sus nietos. No importa cuán cansados o agotados estén, deben seguir esforzándose. Al mismo tiempo, quieren ganar mérito, y por eso sacrifican algunas de sus pertenencias. Se levantan muy temprano para preparar buena comida que ponen en nuestros cuencos de limosna. Antes de poner la comida en nuestro cuenco, lo ponen encima de su cabeza y expresan un deseo. Cuando han terminado de poner la comida en elcuenco, se retiran un poco, se arrodillan, y levantan su manos en señal de respeto una vez más. Hacen esto porque quieren mérito por apoyar a nuestra práctica.
«¿Y qué mérito de nuestra práctica les podemos dar? ¿Tu conducta es tal que mereces recibir y comer esa comida?».