40. Monjes que victimizan espíritus

Por lo general, a Luang Pu le gustaba inculcar en monjes y novicios el interés por caminar sin rumbo en los bosques para meditar y observar las prácticas ascéticas. En una ocasión, cuando un gran número de sus estudiantes –tanto veteranos como nuevos– asistieron a una reunión, les animó a buscar el aislamiento en la naturaleza; a vivir en montañas o en cuevas con el propósito de acelerar su práctica. De esta manera serían capaces de liberarse de los estados inferiores de la mente. Uno de los monjes presentes, sin pensarlo mucho, comentó: «No me atrevo a ir a esos lugares. Tengo miedo de que los espíritus me victimicen».

Luang Pu respondió de inmediato:

«¿ Cuándo ha habido algún espíritu que victimice monjes? Sólo hay monjes que victimizan espíritus –y encima hacen todo un alboroto de ello–.. Recuerden que casi todas las cosas materiales que donan los laicos son para que se dedique el mérito a los espíritus de sus ancestros y familiares fallecidos: sus padres, sus abuelos, sus hermanos y hermanas. Y nosotros, los monjes, ¿nos comportamos de una manera adecuada?, ¿qué cualidades mentales tenemos para hacer llegar este mérito a aquellos espíritus? Ten cuidado de no convertirte en un monje que victimiza espíritus».