43. Cuando vivas, vive por encima
Todos los que venían a presentar sus respetos a Luang Pu decían lo mismo: aunque tenía casi 100 años, su expresión era radiante y su salud fuerte. Incluso los que estábamos a su lado todo el tiempo raramente veíamos que su cara se oscureciera o que pareciera cansada o surcada por una expresión de dolor o disgusto. Su estado habitual era estar callado y jovial todo el tiempo. Tenía pocas dolencias y estaba siempre de buen humor: no se exaltaba por ningún evento ni le afectaban las alabanzas o las críticas.
Una vez, en medio de un encuentro de monjes veteranos que hablaban acerca de cómo caracterizar el estado normal de la mente de aquellos que viven por encima del sufrimiento, Luang Pu dijo:
«Sin preocupaciones, sin estar apegados: esa es la morada de la mente de aquellos que practican».