28. Una sola cosa
Luang Pu dijo una vez: «En el retiro de las lluvias de 1952 tomé la determinación de leer todo el Canon con el propósito de hallar la conclusión de las enseñanzas de Buda—para ver donde se hallaba el final de las cuatro verdades nobles, el final del sufrimiento—para ver como el Buda lo había resumido. Leí el Canon hasta el final, a la vez que contemplaba. Pero no hubo ningún pasaje que hiciera un contacto en la mente lo suficientemente profundo como para decir: «Este es el fin del sufrimiento; este es el fin del camino y los frutos, o, en otras palabras, lo que llamamos nibbāna».
«Excepto por un pasaje. El venerable Sariputta acababa de conseguir la cesación y el Buda le preguntó: “Sariputta, tu piel es hoy particularmente brillante, tu tez particularmente clara. ¿Dónde es que habita tu mente?”.
«Sariputta respondió: “La morada de mi mente es el vacío”».
«Esto fue lo único que hizo contacto con mi mente».