21. Sin aflojar

Muchos monjes y novicios que asistían a Luang Pu durante la noche, en su estancia en el Hospital de Chulalongkorn, estaban maravillados y sorprendidos al descubrir que algunas noches, incluso entrada la madrugada, escuchaban a Luang Pu exponer el Dhamma durante unos 10 minutos y después le oían cantar bendiciones, como si hubiera un gran número de oyentes delante suyo. Al principio, nadie se atrevía a preguntarle acerca de esto, pero después de haber sucedido muchas veces, no pudieron resistir sus dudas y lo cuestionaron.

Luang Pu les dijo:

«Esas dudas y preguntas no son el camino de la práctica del Dhamma».